Más de 400 años de historia
Suecia tiene una larga historia de iniciativas en el sector de la defensa y la seguridad. Este pequeño país ha producido un gran número de empresas de alta tecnología muy conocidas, como Bofors, Kockums y Saab, que ahora se han convertido en una sola empresa con Saab. Algunos aspectos de nuestra historia se remontan al siglo XVII, cuando Suecia era una de las principales potencias de Europa.
Saab nació en la década de 1930, en un momento de gran tensión global ante la amenaza de una nueva guerra mundial. En la neutral Suecia, el gobierno buscaba fortalecer su defensa con una fuerza aérea basada en la industria nacional, apostando por la aviación como el futuro de la seguridad del país. En 1936, el primer ministro Per-Albin Hansson dejó clara esta visión al declarar: “Nuestro país debe fabricar sus propias armas tanto como sea posible. Contamos con buenos astilleros y arsenales, pero no producimos aviones de guerra”.
Desde su fundación el 2 de abril de 1937, Saab ha estado a la vanguardia del desarrollo y fabricación de aviones de combate. Durante la Guerra Fría, sus cazas fueron clave para fortalecer la Fuerza Aérea Sueca, que llegó a convertirse en una de las más grandes del mundo. Modelos icónicos como el Draken, el Viggen y el Gripen no solo marcaron hitos en la historia industrial de Suecia, sino que también impulsaron avances tecnológicos revolucionarios en diversas áreas, incluyendo el sector de la tecnología de la información.
La historia de la industria de defensa y seguridad de Suecia está profundamente ligada a Saab. Con la adquisición de empresas como Bofors y Kockums, la compañía ha heredado un legado que se remonta al siglo XVII. Desde la era del rey Carlos XI, cuando Suecia era una de las principales potencias militares de Europa, los buques más avanzados del país han sido construidos en el astillero de Karlskrona. Hoy, esa tradición continúa con la construcción de la nueva generación de submarinos.
A finales del siglo XIX, en el distrito industrial de Bofors, Alfred Nobel sentó las bases de una revolución en la fabricación de artillería y pólvora. Hoy, más de un siglo después, ese mismo legado impulsa el desarrollo de sistemas de defensa antiaérea y armas antitanque diseñadas para los desafíos del futuro. En 2006, Saab dio un paso clave en su evolución con la adquisición de Ericsson Microwave Systems, consolidando su liderazgo en tecnología de radar y vigilancia. Entre sus innovaciones destacan el sistema de radar aéreo Erieye, el sistema de radar terrestre Giraffe y el sistema de localización de artillería por radar Arthur.
Lo que comenzó como una empresa enfocada exclusivamente en la industria de defensa evolucionó con el tiempo. Tras el fin de la guerra y ante los recortes en el presupuesto militar, Saab diversificó su producción hacia aviones civiles, nuevas aplicaciones tecnológicas e incluso automóviles. Esta transformación abrió el camino para su fusión con Scania, que tuvo lugar entre 1969 y 1995.
Hoy, Saab es una empresa con presencia global, con centros de fabricación en distintos países. Entre sus principales desarrollos destacan la producción del sistema Gripen E en Brasil y el avión de entrenamiento T-7A en Estados Unidos.